Consumir moda es un acto absolutamente político.

Consumir moda es un acto absolutamente político.

Elegir entre un diseñador mexicano o un transnacional, entre manufactura local o china, son un cúmulo de decisiones cuyas repercusiones económicas, ambientales y sociales afectan directamente nuestro entorno.

En estos procesos que suceden de manera acelerada cada día, factores como la publicidad, la inercia del consumo, la tiranía de las temporadas distraen al consumidor de las repercusiones a corto y largo plaza de comprar una camiseta al precio de un café capuchino, relativizando el trabajo, el dinero y el mundo. ¿Es normal que usemos tanto poliéster? Una fibra sintética de alto impacto ambiental pero económica para la industria. ¿En qué momento los intereses de los grandes industriales son la moda? Desde siempre. Seguimos el sistema, pero actuamos de manera individualista, aislados, se logra desactivar la conciencia de clase. ¿Cómo subir a IG el look que acabas de adquirir en el nuevo centro comercial, cuando sabemos que -indudablemente- una persona al otro lado del mundo fue violentada en sus derechos para que esa blusa con grandes olanes pudiera llegar a ti en tiempo récord?

En este mundo capitalista mientras más consciente e informadas sean tus decisiones, más libres podemos aspirar a ser, y seremos juntos o simplemente no seremos.

Comprar una camiseta es un acto profundamente político.

 

Por: Cynthia Yee, Fundadora de Happening Store.