Diferentes puntos de venta: Flagship y pop-up stores
¿Cuál es la diferencia entre cada uno y sus ventajas?
El punto de venta es el lugar ideal que tienen las marcas para posicionarse en un puesto relevante para el público.
No todos los tipos de venta funcionan para todos los tipos de negocio: un carrito móvil funciona para comidas -incluso no todos los tipos de alimentos-, pero tal vez no sea el modelo de distribución idóneo para una marca de zapatos.
La identidad de marca y el mensaje a transmitir debe ser claro para saber qué tipo de punto de venta es más conveniente y con probabilidades de ser un parteaguas en el negocio.
No importa la locación: al aire libre o dentro de algún recinto, como un centro comercial o restaurante; la garantía de una experiencia positiva es lo que impulsará al consumidor a asistir.
Las tiendas flagship
Lo primero que distingue a este tipo de tiendas es el tamaño: su espacio es grande ya que se ofrece todo lo que la marca tiene disponible. Se sitúan en calles transitadas y, generalmente, en edificios emblemáticos para la región en la que se establecen.
Flagship, como tal, se traduce a “nave capitana”, por lo que su principal meta es lograr que los clientes se familiaricen y consuman en su totalidad la imagen de marca.
En estas tiendas la experiencia de visita debe ir más allá de la compra: se puede crear una experiencia que una en todos los sentidos al cliente con la marca. En algunas tiendas llegamos, sobretodo de tecnología, se reservan lugares para que los visitantes puedan sentarse un momento y disfrutar del ambiente. Hace algunos años, la marca japonesa Muji abrió una flagship en el distrito de Ginza, ofreciendo una experiencia de hospedaje a sus visitantes: 79 habitaciones de hotel, restaurante y supermercado, pero sobreponiendo la experiencia de compra a las demás posibles.
Las tiendas pop-up
Este es posiblemente un concepto que en los últimos años ha tomado fuerza por la difusión que se la da en redes sociales y por el modelo de negocio de nicho.
¿Por qué nicho? Las tiendas pop-up son consideradas como instalaciones fugaces y en un espacio pequeño dentro de otro. Podemos ver venta de maquillaje o de productos de belleza, situadas en tiendas de ropa; pero están dirigidas a un target selecto: bien pueden ser los clientes fidelizados por la tienda de ropa o los consumidores de los productos de belleza.
Los puntos tradicionales de venta no son lo suficientemente interesantes para los consumidores habituales de las tiendas pop-up. Sobretodo, no son lo suficientemente lucrativos para las marcas que usan las pop-up como modelos habituales de negocio: la inversión de capital es mucho menor a la que se da en un punto tradicional de venta y el retorno de inversión se mide en un plazo menor; el posicionamiento de marca se dará por el lado innovador y exclusivo.
Algo que también ha beneficiado en gran manera a este tipo de tiendas son las diversas temporadas de marketing del año: Navidad, Halloween, vacaciones de verano… con ventas grandes de artículos limitados, confinadas a un espacio con una experiencia única.