Entrevista con Edith Medina, ¿Es posible la producción comercial de biotextiles?
Los materiales y textiles biofabricados han tenido un gran desarrollo en los últimos años en la industria de la moda a raíz del interés por remediar su impacto en el medio ambiente y volverla cada vez más sustentable.
En México se han dado pasos con el fin de lograr estos objetivos. Uno de ellos es Biology Studio, el espacio creado por Edith Medina bajo la filosofía I.T.T.: Innovación + Tecnología + Tradición; este vincula biología, diseño y conocimiento ancestral para desarrollar proyectos, objetos y diseños que involucran diversas disciplinas, desde naturalismo, arte, diseño y ciencia.
Platicamos con Edith sobre su opinión acerca de esta nueva forma de producción textil en México, cómo se interesó en el tema y su experiencia trabajando con estos materiales en su estudio.
¿Cómo te interesaste en relacionar la biología con el diseño?
Fue un proceso que devino de mi interés por las vinculaciones entre la biología y el arte. Mi práctica artística en el campo de dichas convergencias me relacionaba a una amplia diversidad de propuestas enlazadas al campo de las ciencias biológicas. Investigando fue como llegué a piezas que abordaban textiles y carnes alternativas, que posteriormente se convertirían en propuestas de vinculación entre diseño y biología. Ahí comenzó mi interés en principio por profundizar en nuevos materiales y, posteriorment,e ya en el campo del diseño biológico.
¿Cuáles han sido los más grandes obstáculos en tu camino por llevar la biología, la ciencia y los textiles a una relación íntima a través de Biology Studio?
No he sentido tantos obstáculos. La apertura con mi estudio de diversos campos de saberes ha sido muy productiva y siempre con disposición a colaborar. Los procesos inter y transdisciplinarios formarán cada vez más parte de nuestro presente y la realidad futura.
Sin embargo, podría decir que el reto más importante al que nos enfrentamos es la exigencia de que estos materiales sean iguales a los que ya existen y los prejuicios sobre qué pueden y no hacer, cuando estos tienen sus propias lógicas y comportamientos.
De los biotextiles con los que has trabajado, ¿cuáles te han resultado más interesantes, fáciles y difíciles?
Me resultan sumamente interesantes las pieles frutales y las texturas que generan sus experimentadores porque suelen tener buena resistencia y son cueros con muchas capacidades de uso e intervención. También toda la gama de biotextiles con base biológica que se están desarrollando en laboratorios a partir de biología sintética y cultivo de tejidos, y en la cual los procesos de resistencia y modificación se generan sin explotación directa de animales o especies vegetales, como las sedas de araña, los crecimientos de pieles a partir de tejido vivo o compuestos de un sistema vivo.
También nos platicó que una de las ventajas de los biomateriales es que son versátiles y tienen una gran diversidad de aplicaciones: “de una sola fórmula puedes desarrollar desde un bioplástico, pasando por un biotextil y terminar en un biocomposite. Las variaciones son sencillas, pero la base es la misma”.
Otros generadores de biotextiles aún tienen sus materiales en fase de prueba de utilidad para el uso cotidiano, ¿en qué fase se encuentran los materiales con los que trabajan?
Nosotros tenemos dos materiales de casa, el primero es una receta con base celulosa bacterial mezclada con otros sustratos. Es una receta que hemos abierto para nuestr@s colaboradores con el fin de que puedan desarrollarlo mucho más, lograr optimizar la fórmula y desarrollar un biomaterial más eficiente; este no nos interesa llevarlo a lo comercial. Nuestro biotextil de Grana Cochinilla se encuentra en fase de experimentación y este año entrará en fase de laboratorio para poder replicarlo de manera controlada y ver la viabilidad de una producción a mayor escala.
¿Los biotextiles que han generado se han desarrollado comercialmente?
Ninguno de nuestros textiles, tanto los que nosotros desarrollamos como en los que colaboramos o asesoramos, es por el momento comercial. El proceso de un nuevo desarrollo lleva un tiempo y requiere una serie de pruebas; al ser un material orgánico tiene procesos de conservación y resistencia distintos en los que hay que trabajar y definir antes de ser usado. Pero esto no quiere decir que no se puedan aplicar a producciones pequeñas, sólo que aún no llegan a la fase de escalabilidad masiva. Y en algunos casos no estamos interesadas en que lleguen a ese nivel. Hay materiales para ser escalados y otros que no y ambos tienen posibilidades de ser usados y producir diversos tipos de mercado.
Sin embargo, Edith considera que los biotextiles y materiales ya forman parte de la industria de la moda: “Hay algunos que están siendo aplicados de manera discreta, pero ya están dando indicios de que serán una posibilidad en la industria. Marcas como Puma, Adidas, Nort Face y Nike ya han experimentado con algunos”.
Pamela Vázquez, estudiante de Ciencias de la comunicación en la UNAM especializándose en la industria de la moda y miembro de la comunidad estudiantil de TALLER fdp