2020: Una reconfiguración de la industria de la moda

2020: Una reconfiguración de la industria de la moda

No cabe duda que la realidad que antes conocíamos es cosa del pasado, la nueva normalidad trajo consigo tendencias que no se habían previsto y una crisis que nadie esperaba. Y es en esta última donde la industria de la moda se ha enfocado a lo largo de este año, a gestionar la contracción económica y los cambios en la industria ocasionados por el COVID-19, para después dar el siguiente paso que sería reinventar el sector y volverlo más ágil. 

Una industria que generaba $2.5 billones de dólares en ingresos anuales antes de la pandemia, hoy ha implicado desempleo y dificultades financieras para los involucrados dentro del sector.

Aún terminando el año, esto es apenas el comienzo de una gran lucha que se ha atendido a prueba y error, de esta manera se ha vuelto a configurar la industria a partir de lo que es mejor para sus consumidores y agentes activos.  

Lo que la pandemia inicialmente causó fue evidenciar una cadena de suministro que exige transparencia y reducción de costos; cambios en la oferta con base a las tendencias de los consumidores; modificaciones en los canales de distribución, que va de la mano con la mejora e implementación del e-commerce y el origen de los productos, relacionándose con la sostenibilidad. Todos estos factores ya son parte de la nueva normalidad y los líderes de la industria se enfrentan a un futuro desorientador con grandes dificultades por sobrellevar, lo cual puede tomar años para una recuperación.

Se espera que China tome el liderazgo en la industria de la moda por sus avances en manufactura y cadenas de suministro; aunque los nuevos competidores que intentan entrar al mercado deberán considerar expandirse a otro lugar del mapa ya que este se ve con mucha incertidumbre para abrir nuevos caminos para las marcas. Entre las áreas fuertes de este país, el fast fashion ha sido la más afectada, por la presión que ha tenido por su concepto y el daño que tiene en el medio ambiente.

Los consumidores han empezado a rechazar los modelos de negocio que generan desechos y a interesarse por las empresas ‘responsables’ que utilizan materiales más amigables y que ofrecen condiciones óptimas a sus trabajadores, es decir son más conscientes. 

Lo anterior es consecuencia del conocimiento general sobre esta industria que consume mucha energía, es de las más contaminantes y que genera una gran cantidad de desperdicios. Después de tanto tiempo, es posible que las tendencias de consumo han ido encaminando a la industria para tomar las decisiones correctas apoyando la sustentabilidad. Distintas empresas han explorado diferentes alternativas de los materiales que utilizan, como fibras, textiles y detalles que puedan sustituir en su cadena de valor. Además, se ha popularizado la cultura del second-hand y reciclaje dentro de la industria, una tendencia que obliga a estas marcas a redefinir sus estrategias y orientarlas a su imagen, siendo estos puntos clave que volverán a las marcas más competitivas. 

Es importante entender que la volatilidad, diversidad e inclusión han llegado para quedarse, por lo que las empresas y marcas que reaccionen primero son los que van a poder mejorar sus ganancias. Por ejemplo, algunos diseñadores como Giorgio Armani o casas de moda como Yves Saint Laurent o Gucci piensan que “la ropa debería tener una vida más larga que la que le atribuyen las palabras de temporadas, eliminando ‘colecciones’ y presentándose solo dos veces al año, para compartir capítulos de una nueva historia, que mezclarán reglas y géneros”, menciona Alessandro Michele, director creativo de Gucci. De igual manera hay que despedirnos de las pasarelas de moda tan producidas y elaboradas como lo eran antes de la pandemia, pues actualmente, con la creatividad a flote, se han desarrollado nuevos conceptos que presentan las colecciones de manera digital.

También, tras el cierre de tiendas físicas, las ventas se han inclinado a lo digital, esta integración antes era visto como valor agregado, ahora es una urgencia.

Se ha tenido que aprender a sacarle provecho a los canales digitales y a cómo optimizar la experiencia de los consumidores tanto en tiendas físicas como en línea, agregándole estrategias enfocadas a la sustentabilidad, reinventando sus objetivos para un beneficio a largo plazo. Con estas acciones, en los últimos meses se ha avanzado más en la digitalización que lo avanzado en los últimos dos años. El COVID-19 ha impulsado la transformación digital.

Un ejemplo de una tendencia digital que surgió inesperadamente este año fue el home office, lo cual revolucionó nuestra manera de vestir. Al tener a millones de personas trabajando desde casa muchos optaron por usar ropa cómoda durante el confinamiento así, el loungewear ha tenido gran demanda y se convirtió en uno de los productos de moda más solicitado.

Asimismo, lo importante actualmente ha sido atraer y construir relaciones con los clientes, en lugar de solo impulsar ventas, por lo que el marketing digital es un área que las marcas han considerado a la hora de reinventarse, creando una experiencia personalizada para los diferentes segmentos de mercado, utilizando las plataformas adecuadas. 

A los que no respondan o se adapten lo más rápido posible, las amenazas los comerán y llevarán al fracaso, digo… ley de la vida ¿verdad? La supervivencia del más apto, el ser pioneros y encontrar nuevas maneras de recuperar sus ganancias será un camino muy interesante. Como mencionó Eva Kruse, directora ejecutiva de Global Fashion Agenda, ahora depende de los líderes aprovechar las oportunidades que les muestra la pandemia para avanzar con modelos de negocio más sostenibles frente a un entorno más volátil, las decisiones que adopten y adoptemos hoy influirán en el planeta y en el futuro más justo que todos deseamos.

Es cierto que para unas empresas será más fáciles que para otras, pero el interés por salir adelante y aprovechar las oportunidades hará la diferencia.

Diana Gutiérrez, licenciada en Administración y Estrategia de Negocios, miembro de la comunidad TALLER en el diplomado E-commerce, digital & influencer Marketing.