Holy Fashion: La influencia de la cultura religiosa en la industria de la moda.

Holy Fashion: La influencia de la cultura religiosa en la industria de la moda.

A lo largo de la historia, la moda y la religión han convivido en fusiones de códigos e interpretaciones que desembocan en los principales hechos sociales, artísticos y políticos de la civilización. Ya sea por los símbolos impuestos en culturas como la musulmana o la amplía expresión que existe dentro de todas las artes, la religión, como uno de los tópicos que han intrigado por milenios a la humanidad, ha sido fuente inagotable de inspiración para la industria de la moda y las tendencias que giran entorno a esta.

Desde la rigurosa indumentaria de los rabinos hasta los vaporosos vestidos de vírgenes de pinturas del Siglo XVII, diseñadores como Rick OwensBalenciaga, han explorado desde sus trincheras creativas los símbolos que conforman las ideologías más poderosas que han regido la humanidad.

Este poder es lo que hace a la religión un caso fascinante ante los ojos de diseñadores, que debido a lo delicado de este tema en cuanto a usos y creencias, han conseguido descifrarla como estandarte de polémica y protesta.  La colección de 1998 Between del diseñador Hussein Chalayan, es claro ejemplo de eso, ya que contó con la narrativa de la división cultural entre el mundo oriental y el occidental basándose en el argumento religioso, presentando como prendas finales seis chadores de distintas longitudes, la primera llegaba hasta el suelo y la última presentaba a la modelo desnuda con sólo un antifaz en el rostro. En 1993 la colección de otoño Rabbi chic desarrollada por Jean Paul Gaultier  tomó inspiración de la vestimenta de los judíos jasídicos y en el desfile se sirvió sólo vino Manischewitz, el único que cumple las normas impuestas por la autoridad religiosa judía o John Galliano que en 2001 cuando seguía a la cabeza de la dirección creativa de Dior exploró los simbolismos religiosos como fetiches sexuales.

Sin embargo, la industria de la moda también ha hecho referencia a la religión como parte de la esencia de las marcas, tal es el caso de Dolce & Gabanna ,diseñadores que han tomado la religión católica como ícono de su estilo enfocado en la cultura italiana y Cristobal Balenciaga quién se inspiraba en las obras de artistas pictográficos como Ignacio Zuloaga y Francisco de Zurbarán.

No hay duda de que la moda y la religión son una fusión que se renueva constantemente en la búsqueda de preguntas y respuestas que envuelven la condición humana y por ello, el MET de NY planea para su gala de este año, reunir en un mismo recinto la huella cultural que ha dejado esta unión entre dos de las industrias más poderosas del mundo.

 

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