¿Las revistas de moda realmente cambiaron con la pandemia?

¿Las revistas de moda realmente cambiaron con la pandemia?

Para industria editorial de moda la pandemia por COVID-19 no solo representó una crisis económica, sino también un periodo de cambio conceptual y práctico.

Desde hace varios años, las revistas se habían estado manteniendo bajo una similitud estética muy notoria, pero, aunque rutinaria, eficaz: celebridades y modelos en portada con atuendos firmados por marcas reconocidas a distintos niveles, perfección visual alcanzada mediante la postproducción y una misma distribución tipográfica.

A partir de que fue decretado el confinamiento en las principales ciudades donde se producen estas publicaciones, emergió una incertidumbre sobre cómo los editores lograrían cumplir con sus entregas mensuales, dado que todo el trabajo exterior requerido para una sesión de fotos no era posible de hacer a la manera tradicional. Inevitablemente el resultado iba a ser distinto.

Algunos fueron totalmente radicales, mientras que otros muy ligeros. Pero de todos los trabajos surgieron propuestas creativas donde el común denominador fue un mensaje positivo sobre la contingencia sanitaria.

Una de ellas es que se dio paso a nuevos formatos que la tecnología permitió, como el dibujo CGI en las portadas de Vogue Taiwán, la ilustración de Vogue España y la intervención de imágenes ya hechas de Vogue Arabia.

En relación, hubo producciones cuyo resultado fue muy parecido a las ediciones acostumbradas, pero se valieron de formas distintas de lograrlo, aspecto donde recae su valor distintivo. La obtención de fotografías a través de videollamadas fue muy popular, mientras que con la ayuda de un dron resultó más particular. La revista ELLE México hizo ambos ejercicios.

Por otro lado, el simbolismo se convirtió en el protagonista. Pero si antes se acostumbraba a plasmar muchos símbolos en una historia de moda, ahora uno solo acaparó toda la portada. Este recurso, que fue el más utilizado, se encuentra en la serie Reset de British Vogue, la carita feliz de GQ Portugal, la rosa roja de American Vogue, y el blanco de Vogue Italia.

Finalmente, hubo otra gran tendencia que fue muy replicada como ilustración o retrato. La revista Grazia Italia, Vanity Fair y British Vogue hicieron una serie de fotografías del personal médico femenino y The New Yorker Magazine ilustró una escena de hospital muy conmovedora.

Ahora bien, si este periodo fue reflexión en torno a la manera de hacer una revista de moda, ¿por qué no hubo un cambio radical en el diseño? La composición de las portadas se mantuvo, al igual que las tipografías. Esto podría significar que las portadas tan solo atravesaron por un cambio temporal y básico, mas no estructural. ¿La crisis no habrá afectado al diseño editorial?

Pamela Vázquez, estudiante de Ciencias de la comunicación en la UNAM especializándose en la industria de la moda y miembro de la comunidad estudiantil de TALLER fdp