¿Por qué la moda sigue idealizando el plástico?

¿Por qué la moda sigue idealizando el plástico?

¿Dónde está exactamente la industria con el uso de plástico?

Cuando hablamos de contaminación causada por plástico a menudo pasamos por alto que la industria de la moda tiene un gran impacto en la polución causada por este material. Según Textile Network, en 2018 produjo aproximadamente 111 millones de toneladas métricas de tejidos, de los cuales el 71.1% eran materiales sintéticos no biodegradables que pueden tardar hasta 200 años en descomponerse.

No está de más mencionar que la industria de la moda es la segunda contaminante más grande del mundo; sin embargo, y a pesar de todos estos datos, las firmas insisten en demostrarnos lo chic que puede resultar el uso de las fibras sintéticas como material vestible.

Así lo pudimos ver en las colecciones SS18 de Chanel, donde las modelos desfilaron enfundadas en tweed y plástico; ponchos, gabardinas, sombreros y hasta las clásicas botas y botines con puntera fueron presentadas en PVC transparente.

Pero Chanel no es el único ejemplo: en los últimos años hemos visto desfilar a varias marcas como Calvin Klein y Celine con accesorios y prendas que orgullosamente se han apoyado de estas fibras sintéticas y, como es de esperarse, muchos de estos elementos han tenido una demanda sorprendente llegando incluso a agotarse en muy poco tiempo.

Tal vez las grandes casas de moda siguen utilizando estos materiales en representación simbólica a los avances tecnológicos, o simplemente, con la esperanza de mantener en el imaginario de la moda las connotaciones que le fueron otorgadas en la década de los 60’s, cuando las fibras sintéticas, como el poliéster y el nailon, fueron incorporadas masivamente a la producción.

Los consumidores actuales están completamente conscientes de la posición en la que se encuentran al comprar una falda de vinilo o unas botas de PVC firmadas por Chanel, así como también lo están del cambio climático, cada vez más evidente, y aunque hay marcas que siguen arriesgándose a contradecir el movimiento sostenible, hay muchas otras que apuestan por la producción de fibras con procesos más limpios.

Tal es el caso de Stella McCartney, pionera en la tarea del diseño sostenible, quien en 2017 se asoció con la organización Parley for the Oceans para desarrollar calzado deportivo con el plástico de las botellas PET que fueron arrojadas al mar.

Cabe mencionar, que ante esto, la moda mexicana no se ha quedado atrás, un claro ejemplo de esto es Oni; una marca mexicana de calzado y accesorios que elabora sus piezas a base de PET reciclado. Esta propuesta desde sus inicios pretendía innovar y rescatar la cultura mientras ofrecía productos ecológicos, sostenibles y amigables con la naturaleza.

Si bien hemos visto muchos esfuerzos por recuperar la sostenibilidad en el mundo de la moda, a la llegada de la pandemia en la que actualmente nos encontramos el comercio electrónico tuvo crecimientos de hasta el 16% en una semana y junto con este también creció la cantidad de envíos, que como era de esperarse, suponen más empaquetado.

La pandemia aumentó la relevancia de las ventas digitales experimentado crecimientos mayores al 300% en total. Más ventas, igual a más plástico. En efecto, los productos que se compran online vienen envueltos o empacados en plásticos de un solo uso, además de la bolsa o caja externa protectora del producto.

El incremento tanto del e-commerce como de la contaminación obligan al sector a repensar su packaging para no contribuir a empeorar el problema del plástico.

Los embalajes plásticos son esenciales para promover toda actividad económica y, sobre todo, son pieza clave en la prevención, protección y cuidado de la salud humana.

Después de esto, el plástico, que aparentemente estaba en proceso de ser desterrado, recuperó su papel como protagonista del día a día, presentándose como una de las tendencias del 2021. No hablamos sólo de las caretas y los lentes que ocupamos en diferentes estilos como medio de protección: poco a poco hemos empezado a ver al acrílico transparente apoderarse de zapatos y accesorios dignos del fast fashion.

Entonces, ¿el plástico regresó para quedarse? ¿O llegará el día en que podamos, por fin, desterrarlo de la industria?

Ivanna Navarrete es colaboradora de TALLER y miembro de la comunidad estudiantil en el diplomado en Fotografía, Estilismo y Dirección de Arte para la Industria de la Moda.