Second Hand Effect: el cambio también está en nuestras decisiones

Second Hand Effect: el cambio también está en nuestras decisiones

Reutilizar la ropa es una práctica que ha sucedido desde siempre; regularmente en familias numerosas, en donde los más chicos heredan la ropa de sus hermanos o primos. Actualmente es una iniciativa que no solo se realiza entre familias, sino entre toda una comunidad que busca un bien común. Comprar ropa de segunda mano es una acción alternativa de consumo responsable y además atractiva, en la que le das una segunda oportunidad a una prenda semi nueva o en buen estado , que además encuentras hasta en un 70% por debajo de su precio original.

Una cosa que parece difícil cuando decides comenzar tu consumo responsable, dejando de comprar tan seguido, es el no actualizar tu guardarropa; pero con esta opción puedes encontrar piezas únicas, piezas que en realidad formarán parte de tu estilo. 

El second hand effect, es el efecto medioambiental que esta práctica tiene, pues el comprar y vender objetos de segunda mano representa una enorme contribución a la sostenibilidad. Hoy en día los recursos naturales que produce la tierra no son suficientes para la cantidad de personas que vivimos en el mundo, el cambio climático empeora cada vez más y si continuamos emitiendo la cantidad actual de gases de efecto invernadero, a lo largo del próximo siglo podríamos llegar a provocar un aumento en la temperatura media de la Tierra. Un aumento que causaría la extinción de algunas de las especies del planeta debido a la destrucción de sus hábitats; además, tendría un impacto sobre nuestra capacidad de producción alimenticia.

Existen múltiples beneficios por las que las personas compran y vende ropa, una de ellas es el ahorro de dinero, el poder encontrar una buena oportunidad a un menor precio; otros, que es una manera práctica de deshacerse de la ropa que ya no utilizan y que puede ser útil para alguien más, también la moda de las cosas vintage y únicas que muestran un estilo propio.

Muchas personas llegan a este mercado por la motivación del consumo responsable. 

Tenemos que valorar el impacto sobre el medio ambiente de las materias primas de cada producto, así como de su producción, utilización y residuos finales. La ropa no se usa y se tira, la ropa se usa una y otra vez. En esta era consumista las prendas duran muy poco porque sentimos la necesidad de estar a la moda, así que la ropa se desecha pronto.

Gracias al consumo de segunda mano, el trueque y el alquiler de ropa, esto está cambiando. Además del despilfarro de recursos naturales y de la contaminación, la otra gran debilidad de la moda convencional es su relación con la explotación laboral, pues los precios bajos sólo indican la calidad del ambiente laboral en el que trabaja quién realizó la prenda. 

Otra alternativa es el slow fashion que reivindica la necesidad de poder vestirse y consumir ropa con un intercambio más justo entre la producción y concientizando al consumidor de los beneficios de este tipo de moda, fomentando una actitud de consumo más responsable y ético.

Al escoger la ropa que vas a comprar, puedes informarte sobre la procedencia de los materiales, de cómo ha sido fabricada, por qué empresa y bajo qué condiciones.

La moda sostenible no significa dejar de comprar cosas que te gustan, dejar en definitiva el fast fashion y comprar puras cosas de marca porque sabemos que no todos pueden darse esos lujos. Tenemos que lograr este cambio poco a poco, lo que la moda sostenible quiere lograr es buscar un equilibrio entre lo que producimos, lo que consumimos y la naturaleza. Cada prenda que entra a nuestro armario debe de ser única y cuidadosamente elegida, porque formará parte de tu vida y tu estilo.

Al llevar este tipo de práctica en tu vida diaria, el consumo de este tipo de productos va disminuir al dejar de consumirlo tan seguido y sin razón, eligiendo productos locales dentro de nuestras posibilidades y consumiendo siempre conscientes de lo que estamos obteniendo, lo que implico y lo que significa para ti.

Artículo escrito por Daniela Quintero, miembro de la comunidad TALLER en el diplomado Fotografía, estilismo y dirección de arte para la industria de la moda.