Un perfil profesional competitivo en la industria de la moda en crisis.

Un perfil profesional competitivo en la industria de la moda en crisis.

Desde el año pasado, tras el inicio de una pandemia que cambió el mundo drásticamente, la industria de la moda y textil se ha visto en una crisis que jamás esperaba. Si bien, el ritmo vertiginoso del calendario de moda ya tenía a muchas personas especulando cambios operativos, la reacción a un virus mortal fue poner en práctica estas transformaciones desde variaciones creativas, de presentación y comunicación hasta modificaciones en producción, comercialización y operatividad en empresas del sector de moda y textil.

Estos cambios mostraron quiénes tenían la capacidad de sobrevivir y sobrepasar lo que estaba por venir. La crisis en sí, no fue el problema y el tomarla en estado alerta ha ayudado mucho a que marcas y empresas de moda se prepararan para lo que hoy estamos viendo: la etapa de recuperación de la crisis.

Al día de hoy, en un escenario de recuperación que se observa un tanto lento, las consecuencias de estas transformaciones se ven en pérdidas de venta que se traducen en bancarrotas, cierre de tiendas y empresas y recortes laborales. Por esta razón es muy importante, como partícipes y aspirantes al mercado laboral de la industria de la moda, mantener un perfil competitivo capaz de adaptarse a todo el cambio tan repentino que está sucediendo. Pero, …

¿Qué requiere un perfil profesional para ser competitivo en la industria de la moda en crisis?

Actitud.

Una persona competitiva aborda los retos de la industria con la mejor actitud y disposición para solucionar. Más que un excelente desempeño laboral, la actitud es básica para el éxito de un equipo; ya que esta impacta directamente en las personas. Contagiar una actitud positiva y determinada en una organización siempre traerá beneficios, por el contrario, un ambiente negativo puede causar estrés y desinterés en los miembros del equipo, disminuyendo su desempeño.

La industria de la moda se basa en el trabajo en equipo, siempre se está colaborando con personas nuevas y otras mentes creativas; una buena actitud asegura una posición dentro de estos equipos sin duda.

Especialización.

Un perfil que domina el área en la que se desarrolla y realiza un trabajo óptimo es reconocido. El factor de la especialización siempre destaca entre otros perfiles sin tanta experiencia; el enfocarse y desarrollarse en una sola área crea un lazo de confianza y una distinción en una organización. Si solamente hay un perfil experto en un tema en específico, lo más seguro es que permanezca y siga desarrollándose ahí, pues beneficia al equipo de trabajo.

Capacitación.

Un perfil competitivo posee todos los conocimientos específicos para el ámbito y empresa en la que labora. La experiencia laboral en una sola empresa fortalece la confianza que tiene con su equipo. Un perfil que lleva tiempo capacitándose en su área y conociendo a fondo los valores y la visión de la empresa, lleva la ventaja en el momento de un recorte o bien, tiene la oportunidad de ser promovido.

Colaboración.

En la industria de la moda, una persona que tiene la habilidad y el interés para trabajar en equipo, participar, compartir y ayudar es de suma importancia. Todo es tiempo y dinero, y la industria trabaja por equipos; siempre se tiene que estar en la disposición para colaborar, dejar de lado la individualidad y el ego, pues a final de cuentas el resultado final siempre será producto de un gran trabajo en equipo.

Creatividad e innovación.

Por último, siempre se requiere a una persona que sabe crear y pensar nuevas formas de hacer el trabajo y tiene la capacidad de adaptarse a los cambios que suceden de manera espontánea.

Después de todo en la moda, estar preparado para el cambio es cosa de todos los días.