¿Qué frena la innovación con biosintéticos?

¿Qué frena la innovación con biosintéticos?

La iniciativa que diversas empresas y emprendedores han demostrado respecto a buscar soluciones con biosintéticos a temas como los desechos producidos en los procesos de producción de ropa y/o artículos de moda es significativa, sin embargo, aún hay grandes retos que comprenden no sólo el aspecto tecnológico, también el económico y social.

Todo se tiene que reestructurar cuando el objetivo es comercializar de forma exitosa y rentable productos con los que los consumidores no están familiarizados. Ejemplo de lo anterior es el tipo de terminología que se llega a usar de forma errónea al introducir en el mercado nuevas (y la gran mayoría de las veces mejores) alternativas como la piel vegana hecha de nopales u otro tipo de fuente natural.

El término piel falsa da a entender que es una versión inferior a la piel real, piel vegana sugiere que es una alternativa que surge de un dilema ético o moral.

La industria de la curtiembre ha sido por años una de las grandes a vencer en términos de sostenibilidad, justicia laboral y, desde luego, crueldad animal. Afortunadamente, alrededor del mundo hay más opciones que amenazan de forma paulatina ese sector que está compitiendo no sólo por ser rentable, también por el posicionamiento en términos de marketing que aún falta desarrollar en los materiales alternativos.

Algo similar ha sucedido con el cáñamo, una fibra que ha sido utilizada desde hace muchos años y que, hasta la fecha no se ha podido deslindar del uso recreativo que la planta Cannabis Sativa tiene.

Por otra parte, puede que esa sea la excusa perfecta para seguir deteniendo una solución realmente eficaz ante los problemas de contaminación por residuos textiles en los que todos salimos afectados y que pocos están tratando de resolver.

Un hecho innegable es que se requiere de mucha investigación y de recursos tanto humanos como financieros para seguir en el constante desarrollo y mejora de prototipos que puedan satisfacer las exigencias de los consumidores ávidos de lo último en tecnología. Este último punto también es crucial para que todo lo anterior pueda seguir creciendo y tener mayor popularidad; es necesario modificar percepciones y hábitos que por años permanecieron inalterados.

Al hablar del uso de nuevos materiales en la fabricación de ropa y/o artículos, es probable que exista incertidumbre en los consumidores y comiencen a preguntarse si su nueva bolsa hecha con fibra de piña durará tanto como lo hizo aquella de piel animal que compró en línea, o si realmente es una buena idea gastar en un producto que está en proceso de ser mejor.

Prácticamente es apostar por algo totalmente nuevo bajo la premisa de que se está haciendo un cambio en pro del ambiente, las personas involucradas en los procesos de fabricación y del consumidor final, quien obtiene una experiencia sensorial distinta a la que tenía con otros materiales.

Es importante recalcar que la aceptación de estas nuevas alternativas es crucial para que se continúen desarrollando, lleguen a inversionistas que depositen su confianza en proyectos como los anteriores descritos y apuesten por ellos.

Rebecca Peña es diseñadora de moda, colaboradora y miembro de la comunidad estudiantil en el Diplomado de Fotografía, Estilismo y Dirección de Arte para la Industria de la Moda.